Dar con los mejores sabores típicos de Guadalajara no es tarea fácil. Y es que el sazón local nos remite a los momentos más entrañables de nuestras vidas: los domingos en la plaza, la comida con la abuela, nuestras historias más memorables…
Sin embargo, creemos que la tradición culinaria de la ciudad se mantiene gracias a varios locales que con el paso de los años han sabido definir qué es ser tapatío a partir de lo que comes.
En esta lista, te recomendamos los lugares donde la tradición se hace presente tanto para quienes crecieron en la ciudad y la rememoran con nostalgia, como para aquellos foráneos que quieren conocer la Guadalajara más auténtica.
Tortas ahogadas de Don José, “el de la bicicleta”
Foto: Francisco Urenda
La torta ahogada es el manjar tapatío por excelencia. La ciudad puede ser reconocida a nivel internacional por este platillo tan particular donde el pan birote (único en el occidente de México) se rellena de carnitas de cerdo y se baña en salsa de jitomate y chile. Las opciones son múltiples y diversas, sin embargo don José se ha ganado la fama y el cariño de los tapatíos por llevar casi 60 años preparando estas delicias.
Inició su negocio desde joven y se hizo famoso por vender las tortas en su bicicleta, mientras se movía por toda la Calzada Independencia (la avenida más simbólica de Guadalajara). Con los años, decidió asentarse en el antiguo barrio de Mexicaltzingo, muy cerca del teatro Diana, en un local que aún te recibe con su bicicleta.
Las tortas servidas en una bolsa se deshacen con una facilidad deliciosa una vez que la salsa las cubre por completo. Pero cuidado, que suelen prepararlas “medias”, es decir, mitad de chile y mitad de tomate.
Dónde: Mexicaltzingo 19, Centro.
Lonches Amparito
No eres tapatío si no sabes diferenciar entre un birote y un bolillo (el primero, más salado, es para la única torta de la ciudad: la ahogada; los otros, para los lonches). Y el lonche por excelencia en la ciudad es el Amparito. ¿Quién no ha hecho horas de filas a las afueras de ese minúsculo local frente a la fuente de los niños traviesos (mejor conocidos como miones) para esperar su exquisito lonche de pierna?
La historia se remonta a mediados del siglo XX, cuando Amparito vendía sus lonches de oficina en oficina hasta que la fama de los mismos la impulsaron a abrir su local. Desde hace más de cincuenta años sigue atendiendo a los oficinistas del Centro y se ha vuelto una leyenda para todos los que visitan la Plaza Tapatía.
Doña Amparito se retiró en años recientes, pero el negocio sigue en manos de su sobrino y la familia entera que trabaja día con día en partir el pan, embarrar la densa crema tapatía, cortar la carne con maestría, colocar los trozos jugosos de jitomate y aguacate. A pesar de que hace algún tiempo se trataron de aprovechar de que el famoso nombre no estaba registrado para abrir una cadena comercial de los lonches, su sazón no ha podido suplirse. Su preparación y sabor es tan inigualable que han decidido no tener más sucursales y mantener la tradición intacta.
Dónde: Gerardo Suárez 5, Centro.
Karne Garibaldi
Foto: Mony Morales Abaroa.
La carne en su jugo es otra autenticidad gastronómica de Guadalajara (muchos foráneos son incapaces de entenderla y terminan comiendo taquitos aguados). Sus opciones también son múltiples y dar con la mejor es una batalla interminable entre jaliscienses. Sin embargo, y más allá de su famoso récord Guiness (el restaurante más rápido del mundo), creemos que las Garibaldi se han establecido como una institución en la ciudad.
El origen de lugar se remonta a 1970, cuando Néstor Flores Michel abrió un pequeño local con no más de cuatro mesas en una esquina del tradicional barrio de Santa Tere. Hoy en día, las Karnes son una marca reconocida; con sucursales y frijoles empaquetados que, a pesar de su crecimiento, no pierden su inigualable sabor.
Sus frijolitos, su cebolla asada, sus quesadillas y su inigualable agua de horchata son complementos fascinantes de ese platillo jugoso que enloquece el paladar y apacigua la más intensa de las hambres.
Dónde: Garibaldi 1306, Santa Tere.
Instagram: @karnegaribaldioficial.
Birriería Las 9 Esquinas
Una de los iconos más pintorescos y famosos de la ciudad son las 9 esquinas, donde convergen cuatro calles del Centro formando una plazoleta que invita al tránsito y al jolgorio. Esta esquina, además, es reconocida por contener en varios locales aledaños la mejor birria de borrego de la ciudad. La fuente de la plazoleta con las cabezas de chivos funciona como un homenaje a este alimento identitario de la región y de nuestra historia.
De entre las mejores, sin duda, la que ostenta el nombre homónimo a la plazoleta. Este local abrió sus puertas en 1986 y hasta el día de hoy se reconoce por servir exquisita birria de chivo tatemada al fuego lento así como la tradicional barbacoa de borrego cocinada en pencas de maguey.
Este negocio familiar fundado por doña Lupita Figueroa ha extendido sus ofertas con otros locales de los alrededores, como El Pilón de los Arrieros, donde ofrecen el sazón único de la birria junto con otros platillos mexicanos de diversas regiones. Un imperdible del Centro Histórico y de la historia culinaria de la ciudad.
Dónde: Colón 384 esquina Galeana, Centro.
Facebook: /ElPilonDeLosArrieros.
Tacos Juan
Aunque hablamos ya de la típica barbacoa de borrego cocinada en maguey, donde la carne queda suavecita y clara; en Jalisco tenemos otro tipo de barbacoa que nos fascina. Esta consiste en carne de res adobada con chile guajillo que se preparan dorados o blanditos, con limón, cebolla, salsa picosa, orégano o ajo. Una delicia.
Sin duda de los mejores y más jugosos se encuentran en el tradicional barrio de Santa Tere, los exquisitos tacos Juan. Este puesto cada vez se hace más famoso y se llena de ávidos comensales que quieren disfrutar de esa deliciosa grasa roja que empapa la tortilla dejando marca en los dedos.
Si quieren que foráneos conozcan la versión tapatía de la barbacoa, los Juan son la opción indudablemente.
Dónde: José Clemente Orozco 465, Santa Tere.
Facebook: /QuieroTacosJuan.
Tortas Toño
Como la variedad de ahogadas en Guadalajara es amplía, teníamos que incluir otras que consideramos imprescindibles: las Toño. Desde 1990 en un local de la colonia Providencia, estas tortas se han arraigado en el gusto de los tapatíos y se han extendido en muchos puntos de la ciudad con múltiples sucursales.
Con su clásica barra, sus cervezas de 1⁄4, su salsa de frijoles y sus deliciosas aguas, la experiencia de las Toño son ya un clásico de Guadalajara. Además, para aquellos que prefieren variedad, aquí puedes encontrar la torta ahogada de camarón, donde la salsa de jitomate se prepara con más crema ofreciendo un platillo inigualable.
Dónde: Tierra de Fuego 3160-2, Providencia.
Instagram: @tortastono.
Lonches El Pesebre
¿Quién no ha disfrutado un clásico de futbol fuera del Estadio Jalisco con un lonche de El Pesebre? Estos emblemáticos lonches de pierna preparados con cebolla, jitomate, lechuga, aguacate y rajas de jalapeño son un icono gastronómico de Guadalajara.
Desde mediados de la década de 1970, don Gabriel estableció su negocio frecuentado por las más altas personalidades del ámbito deportivo y político que aprovechaban su visita al Jalisco para comerse un lonche maravilloso.
Poco se podría entender de la historia de Guadalajara y su relación con el futbol sin estos lonches, testigos de infinitas pasiones.
Dónde: Fidel Velázquez Sánchez 56, Norte.
Tacos Providencia
Foto: Gente Bien.
Si pasas un domingo por la colonia Providencia al poniente de la ciudad, es común encontrar filas largas de personas que esperan entrar a un local en la esquina de la calle Rubén Darío. Cientos de tapatíos dedican su domingo familiar para visitar los famosos Tacos Providencia, un clásico taquero de la ciudad.
Desde hace ya varios años, este local se ha posicionado como uno de los favoritos para comer tacos ya que su variedad y calidad es de reconocerse. Comenzó como un pequeño puesto cuando aún se urbanizaba la zona y ahora es un emblema en medio de la vida ajetreada de Providencia. A pesar de ser un éxito, han decidido mantener la fidelidad con sus clientes y solo tienen una sucursal más en la colonia Vallarta Norte, cerca de Galería del Calzado.
Sus tacos de asada son el epítome del lugar, pero también se han ganado su fama los de lengua, carnaza, costilla y pastor. Todo acompañado con una cerveza o una Chaparrita, el tradicional refresco de naranja.
Dónde: Rubén Darío 534, Providencia.
La Morenita del Santuario
Al norte del Centro de Guadalajara se encuentra el Santuario de Guadalupe, obra arquitectónica de finales del siglo XVIII impulsada por el filántropo Fray Antonio Alcalde con el fin de venerar a la patrona de América. Este barrio ha encontrado su identidad por las fiestas y jolgorios que provoca el templo con su plazoleta; es, sin duda, uno de los espacios más vivos y tradicionales de la ciudad.
A un costado del recinto, desde inicios de la década de 1980, la señora Beatriz Hernández (nombre que coincide con la fundadora de la ciudad) decidió establecer su local de tortas y tostadas. Y es sin duda en La Morenita del Santuario donde podrás degustar el clásico toque tapatío a la comida mexicana: todo se baña con salsa de jitomate con un poco de lechuga y rábanos.
Además de las deliciosas tortas y tostadas, no te puedes perder la especialidad de la casa, un pozole tradicional que incluye cuatro tipos de carne: lengua, lomo, pata y pierna. Un clásico del barrio y la ciudad.
Dónde: Pedro Loza 527B, Centro.
Birriería El Chololo
En el viejo San Pedro Tlaquepaque se encuentra una leyenda de la gastronomía local: El Chololo. El éxito del negocio fue impulsado por Javier Torres Ruiz, a quien apodaban El Chololo, fallecido hace unos años dejando un legado culinario sin precedentes.
La receta es un secreto familiar que se resguarda desde hace más de cien años, cuando el padre de El Chololo, Isidoro Torres, vendía su famosa birria en un puesto del mercado de Tlaquepaque. Después, adquirieron un local propio y posteriormente un segundo establecimiento en la carretera a Chapala.
La diferencia de esta birria frente a las otras de la ciudad es que sirven la carne tatemada (asada al horno) y el consomé por separado. La birria se sirve en platos artesanales de arcilla en donde condimentan al estofado de chivo con chile, laurel y orégano. Junto con el consomé de la carne y la tortillas recién hechas, esta experiencia culinaria es un viaje de sabor indescriptible (y más si acompañas la comida con un buen tequila derecho). Un clásico que no te puedes perder.
Dónde: San Antonio 288, Tlaquepaque y Carretera Chapala kilómetro 17.
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