Antonio Ortuño, uno de los escritores mexicanos más destacados del momento, conversó con Plans sobre El Caníbal Ilustrrado, una de las novedades que trae a la FIL 2019
Hablemos sobre El Caníbal Ilustrado, el libro que presentas con Dharma Ediciones:
Es una compilación de artículos sobre literatura, que son los que más me gustan de todos los que he escrito en los 22 años que llevo publicando en medios. Es una selección de aquellos textos que me siguen pareciendo vigentes y que abordan temas sobre la literatura y el mundo editorial; sobre la lectura, la crítica y la creación, entendidos desde esta lógica del periodismo que plantea dudas e inquietudes, que tiene una cierta distancia escéptica y hasta irónica sobre las cosas que de alguna manera buscan contribuir a soplarle un poquito el incienso que le prendemos a la literatura.
No hay nada en el mundo que me guste más que la literatura pero a veces le hacemos demasiados sahumerios y tanto humo no deja ver las cosas con claridad.
Sabemos que te desenvuelves con soltura entre distintos géneros y tesituras, ¿cuáles son las diferencias que encuentras y disfrutas más entre escribir ficción y escribir columnas o hacer periodismo?
Desde luego la ficción te da una libertad absoluta mientras que el periodismo tiene ciertos límites así sea el periodismo interpretativo o de opinión. Tienes que tener datos, tienes que decir la verdad; a eso obliga el periodismo, no te puedes inventarte las cosas: sabes que escribes para lectores con un cierto perfil que tiene el lector del medio para el que estás escribiendo, y en fin una serie de factores que se encuentran intrínsecamente condicionadas en tu escritura, lo cual genera esta sensación de ‘libertad acotada’, es como correr en una pista tienes unos márgenes y puedes correr dentro de ellos.
Mientras que en la narrativa, tú construyes los límites de esa libertad creativa, pero yo disfruto los dos: disfruto, digamos, el ‘manejar a campo abierto’ que te ofrece la literatura, y disfruto ir por esas callejuelas tan marcadas del periodismo.
Resulta una grata sorpresa encontrar El Caníbal Ilustrado en un stand tan bello como el de Dharma, ¿cómo ha sido trabajar con ellos?
Dharma ediciones es una editorial joven que está apostando alto por hacer libros de alta calidad. A veces se confunde ser una editorial independiente con ser una editorial mediocre y creo que hay muchos grandes ejemplos de muy buenas editoriales independientes en México y me encanta que Dharma se esté abriendo paso entre las Almadías, los Sexto Piso y en fin, en este pasillo que para mi es el más interesante de la Feria del Libro
El retorno…
Hace poco que regresaste de Berlín, ¿cómo fue tu experiencia allá y cómo estás tomando el regreso a tu país, a tu ciudad?
No se me ocurren dos países más distintos que Alemania y México. Disfruté muchísimo el año en Alemania que cuenta con una oferta cultural amplísima, y yo estaba ávido, fui a todos los museos y a todas las exposiciones, fui a más conciertos de los que había asistido en todo el resto de mi vida, viajé bastante. Tuve mucha libertad para trabajar en mis proyectos literarios, y la verdad es que fue un privilegio poder contar con este programa de escritores en residencia que promueve el gobierno alemán y que ha reunido a lo largo de los años a autores de un nivel realmente extraordinario.
Autores como Susan Sontag, Jim Jarmuch, Rubem Fonseca. Está más allá de las palabras el nivel de agradecimiento y lo privilegiado que me siento de haber tenido esta oportunidad. Yo soy un autor muy vinculado con su país y con su lenguaje, me costaría mucho imaginarme fuera de México por temporadas más largas. Desde luego que como ciudadano me preocupa lo que está sucediendo, esta espiral de violencia en la que estamos metidos, entonces claro que es complicado regresar al miedo y a todas las precauciones que hay que tener viviendo en México, pero para mí esto es la realidad y no me la planteo de otra manera.
“No hay nada en el mundo que me guste más que la literatura pero a veces le hacemos demasiados sahumerios y tanto humo no deja ver las cosas con claridad”
Esta realidad la cuestionas constantemente en tu columna semanal, pero ¿qué es lo que te preocupa más en este acontecer nacional?
Desde luego la violencia, si el derecho a la vida no está garantizado, si el Estado no es capaz de defendernos estamos ante un problema terrible: el poco valor que tiene la vida. Parece increíble que a estas alturas haya gente que piense que el resto de los problemas se puedan resolver sin atender primero esta prioridad.
