Continuamos con el recuento de lo mejor que sucedió en Guadalajara durante el 2018. Ahora traemos un espacio cultural. Te contamos las que fueron las mejores exposiciones que se presentaron en museos y centros culturales.
El Museo de Arte de Zapopan abrió una puerta al diálogo entre lo contemporáneo y lo tradicional. Oficio y materia es una pequeña muestra del interés y la pertinencia en el medio del arte contemporáneo por las prácticas populares, los materiales primarios regionales y los oficios ancestrales vinculados al campo.
A propósito de Portugal como país invitado a la FIL, se presentó la obra mural de Almada Negreiros (1893-1970) en el Instituto Cabañas. El escritor, pintor, poeta, cronista, coreógrafo, bailarín, actor, ilustrador y caricaturista vivió en Madrid entre 1927 y 1932 se volvió también muralista y ceramista y más tarde, ya en Lisboa, hizo vitrales y tapicerías. La Curaduría estuvo a cargo de la doctora Mariana Pinto dos Santos, Profesora de Historia del Arte en la Universidad de Nova de Lisboa.
El genio de España estuvo en el Paraninfo de la Universidad. Con 18 grabados extraídos de una carpeta inacabada de láminas ejecutadas con técnicas como aguafuerte, aguatinta y punta seca, cuyas planchas fueron fechadas entre 1815 y 1819.
Es la primera vez que el Salvage Art Institute (SAI) expone su catálogo en un museo y la primicia fue para el favorito de Zapopan: el MAZ. Este instituto, con sede en Nueva York, tiene una tarea muy peculiar en el mundo del arte contemporáneo. Y es que cuando alguna pieza sufre daños accidentales y es declarada como pérdida total por las aseguradoras de arte, la retiran de circulación y la consideran oficialmente como un objeto despojado de cualquier valor (ya sea estético o monetario).
Una exposición en colaboración con la Academia Nacional de Arquitectura, Capitulo Guadalajara, Cosentino y Arquiphilia, organizaron la exposición Inspiración, magia y embrujoque que ocupó el Instituto Cultural Cabañas.
El Museo Nacional del Prado cuenta entre sus acervos con Los Caprichos de Goya. Los 80 grabados que se presentaron en el Cabañas fueron impresos en 1905 y forman parte de la valiosa colección de la Fundación Dancing For The Millennium Goals.