Platiqué con Héctor Flores, percusionista de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, quien me contó su historia y cómo es ser parte de esta sección.
¿Sabías que un percusionista en una orquesta tiene que saber tocar como mínimo siete instrumentos?
Su historia
Héctor Flores nació en Acapulco, Guerrero. Su abuelo era pianista por lo que desde pequeño estuvo rodeado de música. No está seguro de cuándo empezó a tocar las percusiones, pero sí de que él siempre supo que quería ser músico. “Yo siento que siempre estuvo ahí la música, como parte de mi vida”.
Flores entró al mundo de las percusiones por la batería, sin embargo poco a poco se fue hacia la percusión sinfónica. Estudió música en la Universidad Veracruzana en Xalapa, Veracruz. Más tarde estuvo en la Manhattan School of Music y estudió una maestría en el reconocido Cleveland Institute of Music. En este último, tuvo la oportunidad de hacer un interinato como percusionista en la Cleveland Orchestra, aquí ganó mucha experiencia.
En 2016, se le invitó a ser parte de la OFJ. Aunque el Maestro planeaba quedarse en Estados Unidos, le interesó mucho la propuesta. “Yo estaba escuchando y sabía de todo lo bueno que estaba pasando aquí en Jalisco, específicamente en cultura y en la OFJ”. Fue así como el percusionista llegó a Guadalajara en septiembre de ese año.
Héctor Flores en la OFJ
Para Héctor, ser parte de la OFJ es una fortuna, ya que puede trabajar con músicos de alto nivel. También es un desafío porque no puede haber distracciones y ver al Teatro Degollado más lleno cada vez, es todo un reto.
La sección de las percusiones es una sección muy particular. Está integrada por cuatro percusionistas. Además, es la única en la que los músicos pueden tocar varios instrumentos muy diferentes, me contó el músico.
“Nuestra mayor responsabilidad es estar siempre en forma individual para poder tocar el instrumento que sea cuando sea. No podemos fallar ni distraernos”, opinó.
Generalmente en esta sección se tocan siete instrumentos: el tambor, el xilófono, el pandero, los platillos, el triángulo, el glockenspiel y el bombo. Los timbales, aunque también son percusiones, se cuentan aparte porque es una sola persona la se encarga de tocarlos.
Los percusionistas no tienen que preocuparse por muchas cosas de las que otras secciones sí, como por ejemplo la afinación. Sin embargo uno de los grandes retos para ellos es el saber cuándo entrar. “Es imperdonable que nosotros nos perdamos. Es una de las tareas más importantes en un percusionista: siempre tiene que saber sus entradas”.
Esto se vuelve complicado por su ubicación en el escenario, detrás de toda la orquesta. “Es un lugar muy privilegiado algunas veces y otras veces el lugar más miserable”.
Otro de los retos para la sección es el volumen. Por las características de los instrumentos a veces deben tocar con más suavidad.
A Héctor le encantan los programas con obras de Gustav Mahler y Dmitri Shostakóvich por las percusiones en ellas. Cuando toca, siente mucha emoción y motivación, responsabilidad, e incluso nervios.
La vida en Guadalajara
Al percusionista le gusta mucho vivir en Guadalajara. Para él, la ciudad “lo tiene todo” y todavía no tiene los problemas de una gran metrópoli. Entre sus pasatiempos se encuentra salir a correr sobre Av. Vallarta y en la Colonia Americana, cocinar y visitar la Barranca de Huentitán.
También, le gusta explorar la ciudad que siempre lo sorprende con algo nuevo. “Siempre me pasa que pienso que ya conozco bastante y después a la vuelta de la esquina, me doy cuenta que no, que me falta mucho todavía”.
No tiene un restaurante favorito pero frecuenta Cotidiano, Loló, Café RinTinTin y Emma’s Bar, un lugar de comida venezolana.
Mantente al pendiente porque podrás escuchar y ver a Héctor Flores en la OFJ en la Tercera Temporada 2019, ¡muy pronto sabremos más detalles!
Agradecemos al Centro de Artes Suzuki por su apoyo y facilidades para la realización de estas entrevistas.
