Guadalajara, entre muchas otras cosas, alberga la obra de uno de los artistas mexicanos más importantes: José Clemente Orozco ysus murales. La historia de la Perla tapatía no podría contarse sin las pinceladas de este artista que podemos encontrar en algunas de las edificaciones más emblemáticas de esta ciudad.
Te invitamos a conocer algunas de las obras más sobresalientes de este muralista, dónde encontrarlas y los detalles que debes conocer.
El interior del Museo Cabañas se engalana con una de las piezas más impresionantes de Orozco. En este edificio que originalmente sirvió como hospicio, se encuentra El hombre en llamas. Además de otros 57 frescos pintados entre 1938 y 1939, cuentan la historia y crítica de las figuras históricas que reinaron en el territorio mexicano.
La joya de la corona entre esta colección es esta pintura monumental. Tiene una longitud de 11 metros de largo y se ubica a 27 metros del suelo, en la cúpula principal de este edificio.
El movimiento que parece tener esta inigualable pieza es simplemente indescriptible. Sus intensos colores son verdaderamente capaces de atrapar la mirada de cualquier espectador.
Ubicados en el estrado del Paraninfo Enrique Díaz de León, dentro del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, estos maravillosos murales de José Clemente Orozco se enfocan en contar historias del pueblo oprimido.
El dramatismo de la obra El pueblo y sus falsos líderes es espectacular, ya que nos otorga además una gran cantidad de metáforas, suficientes para quedarnos reflexionando y observando la obra por horas. Como era su costumbre, Orozco inunda esta pieza de oscuros rojos y grises para penetrar la conciencia de todos los espectadores.
La temática del Hombre creador y rebelde es muy diferente, pero no por eso es una obra menos espectacular. Pintado sobre una cúpula, este mural nos muestra a un hombre multifacético en el que José Clemente Orozco busca recrear a una sociedad que así lo es también.
Puedes disfrutar de estas obras de forma gratuita, ya que forman parte de la exposición permanente del Musa.
En 1937, en el interior del Palacio de Gobierno de Guadalajara, en el mismo lugar donde se dice que Miguel Hidalgo declaró la abolición de la esclavitud el 6 de diciembre de 1810, José Clemente Orozco realizó un monumental retrato del Padre de la Patria Mexicana. .
La majestuosa figura del sacerdote se eleva más allá de las paredes del fresco como para transmitir, más allá de los siglos, la llama de la rebelión a los espectadores. Un gran hombre donde los hubo, Miguel Hidalgo encarna a la perfección la figura de Prometeo tan querida por Orozco, una figura dual, hecha de luz y sombra.