Muchos lo toman como una moda que llegó a la ciudad, en donde más que otra cosa, parece que es una pasarela para pavonearse y quedar bien socialmente, además de aprovechar para echar relajo. Decían que en Jalisco el béisbol no les gustaba, no le entendían, era nada más un antro con un campo de juego, que era un deporte exclusivamente para la gente del norte del país. Pero no es así, poco a poco la afición jalisciense se ha sacudido ese estigma que se habían ganado al inicio, hasta convertirse en conocedores y referentes del deporte de la pelota caliente en el país.
Más allá del regreso del equipo de los Charros, que en la década de los noventa brilló con luz propia, teniendo en sus filas al pitcher histórico Fernando Valenzuela, terminó por desaparecer. El proyectó revivió y de la mano del dueño de la institución sombreruda, Armando Navarro, regresaron hace cuatro años a la Liga Mexicana del Pacífico, en donde fueron todo un boom, estadio lleno y llegaron a la Final.
Se convirtió en uno de los lugares de moda en la ciudad, y es que con estadio nuevo y ofreciendo una experiencia muy diferente a la que se vive en un estadio de fútbol, lograron atrapar a la afición. Mientras en el parque de pelota se repartían los batazos, la afición podía disfrutar de restaurantes, comida, bebidas, gusgera, de todo un poco, de verdad que lo que es ir a ver a Charros es de plano salir rodando.
Pero este es un proyecto realmente ambicioso. De inmediato buscaron escaparates internacionales, no querían quedarse con el simple equipo de Charros en la ciudad, querían más cosas, eventos. Comenzaron con la Academia, para comenzar a inculcar el jugar al rey de los deportes entre las nuevas generaciones. Después anunciaron que podrían traer un juego de Grandes Ligas, aunque fuera de exhibición, eso aún no pasa, lo que sí es que trajeron a la máxima estrella mexicana en la actualidad del beis en Grandes Ligas, el “Titán” González, que se ganó el honor de tener un busto, convivió con los fans y causó revuelo.
Y llego el primer golpe mediático, la casa de los Charros recibió a la Serie Mundial en la ronda de grupos, la selección mexicana buscaba un lugar en las finales del Clásico Mundial, se vieron a los mejores peloteros del país y del mundo por unos días. Dejaban en claro que Jalisco tenía capacidad de recibir esta clase de juegos, que no era una afición villamelona.
Y el gran anuncio llegó, ahora seremos (sí me incluyo porque de aquí soy) sede de la Serie del Caribe, el torneo de béisbol de mayor relevancia en la región latinoamericana, de mayor nivel y que es todo un espectáculo y desfile de grandes peloteros.
La fecha pactada para este grandioso evento es el 2 de febrero, de verdad se pone muy bien. No son selecciones lo que vas a ver, la cosa aquí es que participan los campeones de sus respectivas ligas, de México irá el campeón de la Liga Mexicana del Pacífico, el mismo caso vendrá de los países de Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico, además de que se tendrá como invitado de lujo a Cuba. Todo pinta para ver algunos de los mejores encuentros que ha visto el ex estadio de atletismo panamericano, hoy dedicado enteramente al deporte de los tablazos. Béisbol de gran nivel, de lo mejor que se puede ver, quizás sólo por debajo de las Grandes Ligas, y está de pensarse si realmente hay más calidad en los Estados Unidos.
Es una oportunidad de demostrar que también merecemos recibir grandes eventos deportivos. Los boletos se han vendido muy bien, además podrás estrenar el estadio remodelado, lo han ampliado en su capacidad, ya le van a caber 15 mil personas, una pantalla gigante nueva, y muchas cosas más que harán de este uno de los eventos deportivos más importantes para el estado en mucho tiempo, además de que pondrá los ojos de todo el continente en la ciudad. No te quedes fuera de uno de los planes imperdibles del 2018.
Texto por: Oscar Beltran / @osigbeltran
