Por la mañana, al igual que ayer, los profesionistas deambulaban de aquí para allá ya sea para cerrar negocios, hacer cápsulas informativas o preparar todo para la tarde. También no faltó algún que otro cóctel de bienvenida por parte de los stands del área internacional en donde se reafirma la calidez que esta feria tiene para sus visitantes.
A esas horas se inauguró el Foro Internacional de Diseño Editorial, para aquellos profesionales de la imagen que le dan forma y color y, en general, hacen agradables a los libros. De repente un mariachi apareció en los pasillos: iban a anunciar el ganador al mejor stand de este año: la Universidad Nacional Autónoma de México: los tequilas, de nueva cuenta, corrieron al por mayor.
A falta de media hora para la apertura al público, afuera se iban formando las filas para entrar y también iban llegando los autobuses con estudiantes y grupos escolares; en cuanto abrieron las puertas, los pequeños y adolescentes se volcaron hacia la presentación del libro de uno de los youtubers más populares, Luisito Comunica.
Pero también, a esa misma hora, comenzaron las cosas serias, aquellas que dan el prestigio a la FIL del encuentro editorial más importante del continente: María Fernanda Ampuero, Leila Guerriero, Julián Herbert y Javier Cercas charlaron con sus lectores acerca de la línea que divide la ficción de la crónica; cada participación era respondida con una serie de aplausos.
Al otro lado, Arun Gandhi habló sobre su bisabuelo Gandhi, en uno de los eventos estelares del país invitado. Y Siri Hustvedt presentaba su libro Recuerdos del futuro junto con Elena Poniatowska; esta autora estadounidense demostró por qué son necesarias este tipo de voces en la FIL.
El momento emotivo del día fue la entrega del Premio Anagrama de Crónica Sergio González Rodríguez, donde se recordó al gran maestro periodista que da nombre al premio. Leila Guerriero, Juan Villoro y Martín Caparrós (que no pudo asistir) fueron los jurados que dieron el fallo a favor de Emilio Sánchez Mediavilla, por Una dacha en el Golfo.
Los fans acercándose a los autores, las preguntas y comentarios al final de cada encuentro, los salones repletos, el Foro FIL lleno, son una muestra de que los lectores tapatíos, además de ser abundantes y fieles, logran mantener vivo el interés y elevar la calidad de esta Feria, la nuestra.
Yo escribo ficción para que al menos ahí sí se pueda salvar alguna de mis protagonistas
María Fernanda Ampuero
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