Oriundo de Guadalajara, Luis Barragán —el único premio Pritzker mexicano— es un símbolo del talento jalisciense a nivel mundial.
Sus orígenes tapatíos son una marca indiscutible de su obra, pues en esa ciudad definió sus líneas estilísticas al combinar elementos de la tradición constructiva local (inspirada en los prolongados atardeceres de las haciendas) con elementos árabes, así como con la tendencia modernista de su época.
Te traemos aquí una ruta de aquellas obras del arquitecto que no te puedes perder y que debes conocer como legado patrimonial de Guadalajara.
Casa González Luna
Construida en 1929, actualmente es conocida como Casa ITESO Clavijero. Alberga un centro cultural de la universidad que le da nombre; en donde, además de exposiciones artísticas, se organizan eventos académicos y culturales. Se encuentra en perfectas condiciones y es una excelente introducción a la obra de Barragán, donde la austeridad de su construcción difiere con la vitalidad de los colores y el orgánico fluir de los espacios (tanto abiertos como cerrados).
Dónde: José Guadalupe Zuno no. 2083 (entre Chapultepec y Marsella), Americana.
Horario: lunes a viernes de 9 a 19 y sábados de 10 a 14.
Tel. (33) 3615-8347
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Templo del Calvario
Barragán fue también un empresario sagaz que proyectó varios fraccionamientos con la perspectiva modernista dominante en su época. En Guadalajara comenzó con Jardines del Bosque, un proyecto residencial que sirvió como base para los trazos de El Pedregal y Ciudad Satélite, en la Ciudad de México.
En el corazón del fraccionamiento tapatío, se encuentra una plazoleta con el templo del Calvario al fondo. Aunque la zona no se mantiene en las condiciones ideadas por Barragán, es significativo para conocer sus proyectos urbanísticos y religiosos. Incluso, pese al deterioro, en la visita a la colonia vale la pena apreciar la escultura Pájaro amarillo del escultor alemán, Mathias Goeritz, que Barragán ordenó para el proyecto.
Dónde: Calle El Sol 2615, Expo-Chapalita.
Casa Franco
Construida en 1929, este ejemplar barraganesco es muestra de la vigencia de su arquitectura. La casa —que se destaca por su blancura equilibrada con elementos decorativos locales— fue adaptada para albergar la sede tapatía de Travesía Cuatro, una galería madrileña de arte contemporáneo dirigida por Inés López-Quesada y Silvia Ortiz Lull.
Ahora, los amplios muros que hospedaban una residencia de la extravagancia burguesa posrevolucionaria, son aprovechados para contener lo más novedoso de las propuestas plásticas tanto locales como internacionales.
Dónde: Avenida La Paz no. 2207, Americana.
Horario: martes a sábado 12 a 18.
Tel. (33) 3615-2694
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Parque de la Revolución
Conocido popularmente como “Parque Rojo”, este espacio lo realizó junto con su hermano Juan José en 1934 en el terreno que dejó la demolición de la cárcel Escobedo. Funciona como puerta de entrada al centro de la ciudad y aunque no se conserva mucho del proyecto original, vale la pena recorrer los alrededores, donde se aprecia la coexistencia de diversos estilos de los años 30 y 40: lo colonial con lo californiano, lo déco y lo funcionalista.
Dónde: Federalismo y Juárez, Centro.
Casa Cristo
Construida en 1929 para el entonces presidente municipal de Guadalajara, Gustavo Cristo, actualmente ocupa la sede del Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco. Aunque los edificios contemporáneos sofocan la obra, la belleza de la construcción nos invita a reflexionar sobre el rostro de una ciudad delimitada por su carácter provinciano pero adaptada a la modernidad.
Dónde: Pedro Moreno no. 1612 (esquina Marsella), Americana.
