“No me importa mucho la música, lo que amo es el sonido”. Arturo de la Torre, trompetista tapatío, me platicó todo sobre su pasión: la música.
La primera vez que vi a Arturo de la Torre en su elemento: la música, fue mágico ver todo lo que sentía al tocar la trompeta, lo contagiaba a su público. Algunos atentos, otros atónitos y uno que otro expresando en movimientos cada nota. ¡Increíble, tenía que entrevistarlo!
Ubicado justo arriba de Primer Piso, bar imprescindible para los amantes del jazz en Guadalajara, se encuentra la guarida musical de Arturo, el Segundo Piso. Fue ahí donde nos quedamos de ver para platicar sobre él y sus proyectos.
Eligió la trompeta como su instrumento cuando se mudó a Estados Unidos, tenía 10 años. Allá tenía clases electivas y sus opciones eran francés o banda. “Apenas y hablaba inglés entonces, ¡pues elegí música!”
Aunque el intento fallido de su madre para que tocara el sax duró un día, fue olvidar el instrumento en su casa adrede para no tocarlo en clase lo que lo llevó a tocar la trompeta.
“Entonces, el director de la banda, muy buen trompetista clásico, tocó para The Temptations, y estuvo dentro del movimiento soul, el único blanco de hecho, fue quien me dio una trompeta para tocar ese día en clase”, cuenta Arturo.
La trompeta fue natural para él, y estar en otro país sin amigos hizo de este instrumento su prioridad. Su avance fue muy rápido, y fue a los 16 años cuando ganó el primer lugar a nivel nacional.
Fue a la misma edad cuando conoció una leyenda de la música jazz: Brian Lynch. “Yo quise ir a recogerlo al aeropuerto, se sube a mi carro y en mi carro tenía un CD de Eminem y otro de La Banda Recodo que dejó mi papá” dice entre risas. Escucharon ambos y fue ahí cuando se dio cuenta que la música o géneros no importan cuando es buena.
Al tener amigos latinos y de color, sus planes eran juntarse a escuchar música de este estilo, fue ahí cuando tomó gran gusto e influencia del Hip Hop. “Cuando estás lejos de tu país, todo lo que te recuerda a tu cultura lo festejas más.”
Si pudiera darle un estilo a Arturo, sería el rey de la improvisación. Para él es una herramienta muy útil para acercarse a otros géneros y para crear un diálogo con su público.
Después de vivir en Nueva York, llegó a Puerto Vallarta para trabajar en el Four Seasons y una cosa lo llevó a otra, hasta comenzar su proyecto: San Juan Project.
Para Arturo, Guadalajara es una ciudad que ofrece mucho en la escena musical, pero somos los mismos tapatíos los que no valoramos nuestro propio talento. “Guadalajara tiene un rollo que no entiendo, es la ciudad con la gente más talentosa e ideas innovadoras de todo el país, pero más difícil para que se animen a sacar sus proyectos”.
James Brown y Prince, son dos grandes influencias de Arturo, de ambos admira cómo se transformaban y daban todo en el escenario. “La primera vez que toqué en un escenario con mucho público como artista principal fue en los Panamericanos, en el momento en que hice que el público hiciera la ola, dije: esto es mío. Es un high indescriptible”.
Hay mucho pasando en Guadalajara, sobre todo en la escena alternativa, “Caloncho, Sabino, Siddharta, Salón Acapulco, Los Master Plus, son varios y creo que puede sobresalir aún más“, menciona Arturo.
Nuevos proyectos
Después de 10 años con San Juan Project, Arturo decidió buscar su propio estilo creando Culpable; un experimento para ver de lo que es capaz de hacer. En dos meses compuso 80 canciones, dejando solo seis de ellas en el disco, mi favorita es: Penélope, canción dedicada a “Piña”, su sobrina, personaje que tendrá una canción en cada disco de Arturo.
Para él, fue todo un análisis de introspección, “tuve que irme muy atrás, a preguntarme porqué me gusta la trompeta, recordar cuáles eran mis ídolos para encontrar mi propio estilo“. En su próximo disco ya existe un enfoque, tiene un diálogo más interesante y cuenta una historia.
Conócelo y no dudes en visitarlo en el Segundo Piso, su guarida musical, donde podrás verlo en vivo y a todo color tocando su trompeta, presentando también a grandes músicos como invitados. ¡Un must musical en Guadalajara!
Fotos por Ana Belem Alderete.
